martes, 24 de julio de 2007

Introducción

Queridas profesoras y profesores:

La responsabilidad docente es enorme y, hasta el día de hoy, todos los manuales pedagó-gicos apenas han servido para nada, excepto para crear confusión y hacer bonitas y utópicas declaraciones de principios.

Ahora, por fin, llegó la hora de que los profesores/as que no pretendemos ir de “guays”, de “progres” y que nos batimos el cobre todos los días en las aulas, tengamos nuestra propia obra. Una obra realista de verdad, hecha por profesoras y profesores, que cuenten su experiencia en un mundo real, no como los pedagogos que hablan desde su despachos universitarios.

Para hacer este manual nos hemos reunido varias profesoras/es para difundir nuestras experiencias. Por ello, no va a ser un manual al uso, sino una recopilación de diversos textos que quieren plasmar fielmente la realidad de las escuelas de hoy, mostrando soluciones reales, dando respuestas a muchas preguntas y plasmando nuestras inquietudes.

Alguien tenía que llamar a las cosas por su nombre. Alguien tenía que hablar de disciplina....

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No soy profesor pero debo tener mi dosis de autoritarismo que estoy seguro me ayudará a anlizar vuestra página. Salud y A delante.

Clau dijo...

Hola soy profesora de inglés en la ciudad de México estado de Guanajuato y la verdad es que me intereso bastante tu artículo. Yo no era nada autoritaria pero me volví así cuando me enfrente a los chicos de secundaria son unos diablos que la mayoría no les gusta aprender, en la escuela que trabajo agarre fama de gritona, regañona, gacha, y mala maestra que se enoja muy fácilmente, pero que se le va hacer estos muchacho del hoy están difíciles. aun me queda algo bueno soy comprensiva pero solo con los que lo merecen y le ponen ganas para estudiar.

Att: BL

gonzalo dijo...

Desde Argentina comento que la educación también la están ganando los mediocres, los profes "progre", los padres de los alumnos que se los "escucha" demasiado y los especialistas en educación de escritorio que jamás estuvieron en las trincheras.
Políticas contemplativas del estilo "ya no se repite primer grado, etc.", aprueba cualquiera ya, porque total "pobrecito, con la vida que tiene", y así aprueban.
Lo único que están haciendo mis colegas y directivos es condenar a los alumnos a ser repartidores de pizza, porque para una Universidad no salen preparados.
Saludos... Gonzalo.